Cuidado de manos de los profesionales sanitarios

La asistencia sanitaria gira en torno a la atención al paciente y sus necesidades, olvidando en ocasiones las necesidades de los propios profesionales. Esto resulta especialmente cierto cuando se trata del cuidado de la piel. La piel es el órgano más grande del cuerpo y está diariamente expuesta a una multitud de patógenos nocivos.

Al trabajar como profesional sanitario en un entorno exigente y dinámico, es importante seguir una higiene adecuada y proteger y nutrir la piel.

Procedimientos de la higiene de manos

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Lavado de manos

Cualquiera que trabaje como profesional sanitario sabe que lavarse las manos es una necesidad. Cuando un profesional sanitario trabaja un turno de 12 horas en un entorno de cuidados intensivos, puede llevar a cabo procedimientos de higiene de manos incluso cada 10 minutos, lo que supone una media de 200 exposiciones a la higiene de manos en solo 3 días.

Durante un turno medio, la mayoría de los profesionales se exponen entre 12 y 30 veces en 3 días¹. Lavarse las manos constantemente es perjudicial para la salud de la piel. Los tensioactivos son un ingrediente clave para que los jabones resulten eficaces en su labor de limpieza, pero su uso constante resulta duro para la piel y puede dañarla al «eliminar su manto ácido.»²

La epidermis, la capa exterior protectora de la piel, también puede resultar dañada por el contacto frecuente con el agua. Una vez que la piel está dañada, los microorganismos pueden penetrar causando irritación e impidiendo la formación del crecimiento normal de la piel.

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Desinfección

Las friegas de alcohol son vitales para la desinfección. El Center for Disease Control (CDC) de Estados Unidos ha realizado más de 20 estudios que demuestran que el uso de desinfectantes a base de alcohol resulta más eficaz para reducir las bacterias en las manos que el agua y el jabón¹.

A diferencia de sus homólogos, los productos de limpieza a base de alcohol no eliminan los aceites naturales de la piel, sino que los devuelven durante el proceso de frotado de manos. Aunque no se conocen alergias al alcohol etílico o isopropílico, estos productos pueden causar algunas molestias durante su uso.

Cuando el usuario tiene heridas o llagas abiertas en las manos puede sentir una leve sensación de ardor o escozor. Aunque esta molestia es temporal, hace que muchos usuarios sustituyan estos productos por el lavado con agua y jabón, dañando aún más la integridad de la piel.

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Hidratación

En un entorno sanitario, la piel es siempre la principal interfaz. El personal de enfermería, los profesionales y los profesionales sanitarios en general deben someterse a diario a procedimientos de higiene de manos minuciosos y algo perjudiciales.

Es importante que hagan todo lo posible por mantener sus manos sanas, no solo por su seguridad sino por la de sus pacientes.

La hidratación es una de las claves para prevenir la sequedad de la piel agrietada o escamosa, por lo que se recomienda utilizar cremas u otros productos reparadores de la piel con la mayor frecuencia posible.

 

 


Referencias
¹ Medline University, eCourse "Breaking Through Hand Hygiene & Skin Care Barriers", available at www.medlineuniversity.com
² Medline University, eCourse "Skin Care for Healthcare Assistants", available at www.medlineuniversity.com

Efectos del mal estado de la piel

El uso de guantes es algo que todos los profesionales sanitarios tienen en común. Los guantes crean una barrera eficaz tanto para el profesional como para el paciente. A pesar de esta barrera protectora, sigue siendo necesario realizar procedimientos de higiene de manos.

En 2009, la Organización Mundial de la Salud publicó los «5 momentos para la higiene de manos»¹, que incluyen: antes de tocar a un paciente, antes de realizar un procedimiento de limpieza o estéril, después de la exposición a fluidos corporales, después de tocar a un paciente y después de tocar cualquier área del entorno del paciente.

Lavarse y desinfectarse las manos continuamente resulta necesario para evitar la propagación de infecciones, sin embargo, estas rutinas pueden causar irritación de la piel. La irritación hace que la piel inicie un proceso de autorreparación. Si las manos pasan continuamente por este ciclo de rotura y reparación, no logran formar una piel normal. El mal estado de las manos en los profesionales sanitarios puede afectar directa y negativamente a su trabajo de varias maneras. 

Transmisión de gérmenes

Según los profesionales del NHS, el modo más común de transmisión de enfermedades es por medio de patógenos, y el 80% de esos patógenos se transmiten por las manos.²

La Escherichia Coli (E. Coli) puede vivir en una superficie hasta 16 meses, mientras que el Staphylococcus Aureus (SARM) hasta 7 meses.³ Estos gérmenes no conocen fronteras y pueden vivir en cualquier lugar, incluida la piel dañada.

Los cortes, las grietas o las fisuras son lugares ideales para que los microorganismos se establezcan; además, esto facilita enormemente la transferencia del profesional sanitario al paciente.

Molestias debidas a la piel dañada

Las manos secas, agrietadas, escamosas o ásperas son especialmente sensibles a las molestias causadas por los desinfectantes con base alcohólica. Sin embargo, estos productos a base de alcohol son menos perjudiciales para la piel que el agua y el jabón, ya que ayudan a retener los lípidos naturales e incorporan emolientes vitales.³

A pesar de los beneficios del uso de los desinfectantes, muchos usuarios prefieren lavarse las manos para evitar el escozor o el ardor que provoca el producto con base alcohólica.

Una reacción a un desinfectante de manos a base de alcohol suele ser un signo de piel previamente dañada; se recomienda que los profesionales que la sufran, se resistan a recurrir al agua y al jabón y que utilicen desinfectantes en conjunto con lociones de manos de calidad profesional.

Reacciones alérgicas

En algunos casos extremos, es posible desarrollar dermatitis de contacto ocupacional a causa del uso frecuente y repetitivo de productos para la higiene de manos.

La dermatitis de contacto, tanto la de tipo irritativo como alérgico, puede manifestarse en forma de zonas secas, con picor e irritadas alrededor de la mano u otras zonas que hayan estado expuestas a jabones, disolventes y productos de limpieza.4

Dado que se trata de una alergia aguda, aunque ciertamente gestionable, es un obstáculo para la carrera de cualquier persona que trabaje como profesional sanitario.




Referencias

¹ World Health Organisation, "Five moments for hand hygiene", available at www.who.int
² NHS, Report on Standard Infection Control Precautions, , available at www.nhsprofessionals.nhs.uk
³ Medline University, eCourse "Hand Hygiene Program: Basic Principles", available at www.medlineuniversity.com
4 National Center for Biotechnology Information, "Occupational irritant and allergic contact dermatitis among healthcare workers", available at www.ncbi.nlm.nih.gov

Cómo mejorar el estado de la piel

Las manos están consideradas como la mejor herramienta de los profesionales sanitarios, o al menos la que más utilizan, por lo que mantener la piel de las manos y las zonas cercanas en buen estado resulta fundamental. Todos los que trabajan en el sector sanitario tienen la responsabilidad común de ayudar a la formación y prevención de los daños en la piel. 

Formación del personal del hospital

La formación es la clave de la prevención. La necesidad universal de una correcta higiene de manos y una buena salud de la piel es algo que comparten tanto el personal sanitario como los pacientes. Ofrecer formación, o simplemente recordar al personal cuándo una situación requiere lavarse las manos en lugar de usar desinfectantes a base de alcohol, así como cuándo es necesario priorizar el uso de estos en lugar de lavarse las manos, puede suponer una gran diferencia. La formación es una herramienta importante para detectar posibles problemas. Resulta fundamental formar al personal para detectar los primeros signos y desarrollar las mejores prácticas para el cuidado de las manos secas o dañadas, así como proporcionar cremas hidratantes de calidad profesional.

Prevención

Durante el tiempo libre se recomienda evitar actividades que estresen la piel, como la limpieza. La exposición repetida a los tensioactivos puede desgastar y dañar la piel; los tensioactivos se encuentran en los detergentes para la ropa, los geles de ducha para el cuerpo y los champús.¹

Nutrir e hidratar la piel

El cuidado de la piel es importante para la salud en general. Aunque la piel está compuesta de agua, es importante mantenerla hidratada, nutrida y con el correcto nivel de humedad. Una forma de ayudar a hacer frente a las exigencias diarias de la higiene de manos es el uso constante de cremas u otros productos reparadores para manos. Los profesionales sanitarios deben hidratarse antes y después de cada turno, tras los descansos y con la mayor frecuencia posible en su tiempo libre. Hay dos formas de hidratar la piel: añadir humedad y evitar que la humedad desaparezca. La vaselina, por ejemplo, actúa como una tapa y sella la humedad, pero no deja que la piel respire, lo que se denomina respiración cutánea. La mayoría de hospitales desaconsejan el uso de lociones o cremas hidratantes que contengan vaselina y aceites minerales. Una buena elección de producto es aquella que añade humedad a la vez que la sella ligeramente. Debemos buscar productos reparadores de la piel que contengan ingredientes como aceites naturales y siliconas, más concretamente dimeticona.¹ El uso de una loción o crema hidratante no es una solución rápida y son productos que necesitan de un uso constante para ayudar a combatir la irritación causada por el lavado excesivo.

 

 


Referencias
¹ Medline University, eCourse "Continuing Education for Healthcare Assistants including CNA’s, Home Health Aids and Health Care Techs", available at www.medlineuniversity.com

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